Cuántas veces te has enfrentado a realizar algo que no conoces y la manera para defenderte ha sido a través de decir: “no puedo con esto”, o “no hay nada que pueda hacer”. Este tipo de mensajes que te envías, son negativos y limitativos hacia tu persona, que afectan tu inconsciente y por consiguiente tu identidad personal.
Te pido que como regalo de Reyes te concedas dos minutos para reflexionar; al respecto. ¿Has permitido que se genere un hábito autodestructivo en tus pensamientos?, ¿Qué pasaría si continuas con estos patrones de pensamiento?
Pues que al final acabarás creyendo que es verdad, y terminarás fomentando así, los estados negativos…, y recuerda, “los estados negativos te limitan y te dejan totalmente desvalidos y faltos de recursos”.
La repetición, y comprobación es la base del aprendizaje, todo lo que sabemos lo hemos aprendido a través de hacerlo una y otra vez, así vamos adquiriendo todos nuestros conocimientos. Aprendimos a hablar, balbuceando, después con palabras hasta lograr frases completas pero repitiéndolas repetidas veces, aprendimos las diferentes disciplinas del deporte practicándolas, (no se aprende a nadar fuera de la alberca) Todo lo que aprendemos lo hemos adquirido realizando la actividad y practicando.
Entonces, ¿qué pasará si eliminas el no puedo hacerlo? Y si en lugar de ello; te cuestionas la posibilidad,… y pones un nuevo chip, y en él, la posibilidad de realizar, intentar y cuestionar esa creencia (creencia, es aquello en lo que creo, y que no he comprobado sea lo correcto)
¡Tú sí puedes! ¡Tus capacidades son ilimitadas! ¡Tú sí puedes! Empodérate y ocupa tus talentos, habilidad y creatividad a tu favor para lograr esa meta. El enemigo más grande que tiene el ser humano es el mismo.
Si eres de los que te comunicas a través de mensajes negativos: decreta, afirma y confirma.
“A partir de hoy, me regalo el “sí” disfruto de las nuevas ideas, y estrategias que me permitirán alcanzar mis metas. Disfruto con gran facilidad el positivismo ¡y lo hago parte de mi vida! Soy exitoso en todo lo que hago”.
Ya ves… Es muy fácil, pruébalo, practícalo y conviértelo en hábito. Hazlo parte de ti. A partir de hoy, comunícate de forma positiva contigo y con los demás, con tus hijos, tu pareja, tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo…, verás que si te comunicas en positivo, tu vida será positiva, y si tu vida es positiva, por consecuencia serás mucho más feliz.
Cuando nuestro diálogo interno es positivo, fomentamos los estados positivos como: la autoestima, la seguridad interior, la fe, la ilusión y la confianza en nosotros mismos. Estos estados liberan fuentes inagotables de poder personal y recursos, entonces ¡vale la pena tener diálogo interno positivo! ¿Verdad?
Pasa a la acción y escribe en un papel que leas constantemente ¡despido al “no puedo” y recibo al “sí puedo”! Ponlo en un lugar visible. Reafirma la positividad y se concientiza el maravilloso ser humano que eres.