Hemos culminando las vacaciones y los días familiares. ¡A desarmar la maleta! Y ponerse las pilas para iniciar el año.
En automático el desarmar una maleta implica iniciar algo nuevo, ya sea de ida o de regreso.
El vaciar las maletas no está relacionado con desechar los buenos recuerdos vividos. Al contrario, está vinculado al reacomodo de lo vivido. Las experiencias adquiridas hay que acomodarlas en algún lugar estratégico, para ser recordado y activado en el correr del año.
Las vacaciones decembrinas tienen la función de generar nuevos campos de visión, de convivir, observar, sentir, valorar, de estar consciente y jerarquizar prioridades. Es en estas fechas con las convivencias familiares en donde nos volteamos a ver a nosotros mismos. De ahí que surgen los nuevos deseos y propósito de año nuevo.
Haz escuchado decir: “El primer lunes de enero empiezo a correr” o “Iniciando el año, voy al Nutriólogo a ponerme al día con mi cuerpo e iniciar el año saludable”. Hasta se van a comprar tenis y ropa deportiva para colocarla a la vista como recordatorio de su nuevo propósito. La realidad es que cuando el espíritu está listo para iniciar, encuentras los medios o elementos para iniciar, sin excusas ni pretextos. Es cuando se dice que el espíritu está realmente maduro. Cuando realmente estás decidido, fluyes con lo que tienes a tu alcance y materializas tu deseo.
Algunas veces hay que darse tiempo para observar qué traes en la maleta. Te invito a preguntarte: ¿qué viene en tu maleta personal?, ¿qué es lo que realmente necesitas o te gustaría cargar?, ¿qué traes cargando que ya no ocupas?, ¿qué deseas cargar ahora?, ¿cuáles son tus necesidades actuales?, y vuélvete a preguntar al final ¿es esto lo que realmente necesito en mi maleta o le hace falta algo más? ¿Estoy siendo óptimo con el espacio de mi maleta o sigo guardando antiguos artículos innecesarios? Ahora sí ¿ya quedó lista en congruencia a mis propósitos 2016?
Cada propósito debe de ir acompañado de acciones. Y tus acciones solo se reactivarán si tu deseo es tan fuerte como para tumbar al fantasma de la flojera, la decidía y el miedo. Atrévete, lo peor que te puede suceder es quedarte estático/a sin atreverte a vivir esa vida fascinante que mereces tener.
Desarma la maleta de lo vivido y acomoda tus nuevas experiencias y propósitos. Muévete para materializar tus sueños, vive plenamente y jamás te des por vencido. Nunca dejes de soñar, porque tus sueños crean pensamientos positivos, estos a su vez, generarán los químicos necesarios para actuar. Reactivan la felicidad y aumentan la valoración de lo logrado u obtenido.
Jamás te rindas. Empieza hoy a acomodar tu equipaje. Escríbeme para saber tu opinión e interés de temas que te gustaría leer. Te deseo excelente año y espectacular fin de semana.
Por: Ely Machado
La autora es master ‘coach’
