Raúl D. Lorea
Tras el anuncio del Gobierno del estado y el IQT, acerca de un nuevo modelo de transporte público, me permito analizar un poco el tema con la intención de abonar al diálogo público.
Si bien la cantidad de unidades circulando no ha sido suficiente para cubrir la demanda del servicio, vale la pena tener presente que el transporte público es uno de los rubros más importantes de movilidad urbana, pero no se solucionará únicamente incrementando la cantidad de unidades circulando.
Se requieren acciones complementarias como la construcción de infraestructura adecuada (carriles confinados y estaciones con capacidad suficiente). Además, la creación de rutas alimentadoras para las troncales abonará bastante al retirar unidades grandes de vialidades donde no caben.
Asimismo, el ampliar programas como el transporte escolar y el transporte de personal sumaría a la mejora de movilidad al facilitar que más personas utilicen menos su vehículo para llevar a los hijos a la escuela y para desplazarse al trabajo.
Por otra parte, incrementar la oferta de ciclovías confinadas también sumaría, y más todavía si se considera una integración multimodal, pensando en que las estaciones del Qrobús permitieran estacionar bicis públicas (Qrobici) y adquirir ciertos autobuses con posibilidad de subir la bici propia, facilitando así que más personas se desplacen en ambos sistemas.
Las acciones complementarias, amable lector(a), por sí solas abonan poco a la movilidad urbana, pero en conjunto supondrían una mejora sustancial para nuestra ciudad.