Javier Esquivel
El juicio contra el exsecretario de seguridad pública, las modificaciones a las reformas electorales, el roce diplomático con Perú y el silencio de autoridades mexicanas ante las acciones del gobierno nicaragüense han sido los principales temas de seguimiento informativo por parte de los medios de comunicación estadounidenses y de Latinoamérica.
Tal cobertura periodística que no fue exhaustiva ni concluyente uso tal énfasis ideológico y editorial que atrapó la atención de los públicos especializados y muy importantes que tienen intereses en México.
Si bien es cierto que, para los tomadores finales de decisiones estratégicas, los enfoques y ópticas periodísticas de la prensa, radio y TV no son la única fuente de información para nutrir y moldear criterios, los impactos noticiosos de alto impacto sí terminaron por influenciar al resto de los actores clave que tienen puesta su atención en nuestro país.
Por lo general, los periódicos y grupos multiplataforma internacionales, por su prestigio informativo y su alta capacidad de influencia, siempre terminan involuntariamente imponiendo estereotipos correctos o desafortunados en sus lectores.
El comportamiento de los inversionistas, políticos, representantes de organismos no gubernamentales e incluso de algunos editorialistas– subrayan diversos estudiosos de las relaciones internacionales- sin acceso a un nutrido sistema de recolección de información estratégica pueden llegar a estar condicionados por los filtros y flujos noticiosos por los cuales reciben e interpretan una visión parcial de la realidad de sus pares o socios clave de otros países.
Por ejemplo, las declaraciones de los integrantes del Congreso norteamericano sobre las recientes reformas electorales son retomadas, interpretadas y difundidas con diferentes enfoques editoriales por medios de comunicación de Estados Unidos e incluso por los medios mexicanos de diferente manera.
Los consumidores de estas noticias seguramente reinterpretarán la información de acuerdo a sus propios estereotipos culturales e ideológicos. Al igual que los sesgos preexistentes que seguramente tuvieron las personas del jurado del mencionado caso sobre nuestro país.
Uno de los muchos retos de la comunicación gubernamental mexicana tiene que ver con la percepción que se tiene de nuestro país en el exterior en los ámbitos de la toma de decisiones, en las esferas de la política, justicia, económica, etc., pero sobre todo en los medios de comunicación.
La imagen internacional de nuestro país fue uno de los objetivos de la política exterior mexicana y contaba con diferentes estrategias multidisciplinarias, tácticas y canales transversales que le permitían equilibrar los flujos informativos.
Hoy estos mecanismos de promoción internacional o son débiles o están supeditados a otros enfoques de comunicar.
Mientras tanto que en el ámbito doméstico se busca capitalizar políticamente lo que se dice en la prensa extranjera, las noticias internacionales de alto impacto mediático, con juicios editoriales adelantados y con la construcción de estereotipos, sacuden la imagen y la percepción de México en EUA y América Latina.
Apunte del consultor
¿Luego del juicio mediatizado de la semana pasada cabe la posibilidad de que se pregunte todavía cuál ha sido la impresión que dejaron las autoridades de nuestro país en materia de seguridad y cómo será que ellos, en estados Unidos y en Latinoamérica mirarán a la clase política nacional?
Puede que su reflexión le lleve a una respuesta injusta y parcial de la realidad. Sin duda así será, pero esa imagen prejuiciada y subjetiva, quizá hasta incorrecta, no exime de que esté presente y que generalicen los comportamientos políticos de los mexicanos sin excepción.
@javoesquivel.
