Iván Torres/Rotaciones
Próximamente el Estadio Corregidora volverá a abrir sus puertas para recibir al público queretano después de un año. Habrá que atender las reflexiones que deja aquel trago amargo, no sólo en la parte operativa, sino en la conciencia de los que dirigen el futbol en nuestro país y las crisis en la que está inmerso este deporte.
La FEMEXFUT no hace ni hace valer sus reglamentos por tradición. Por ejemplo, recuerdo que en la década antepasada se pusieron como meta acabar con la multipropiedad, han pasado los años y continúa, ahora se dieron como plazo para el 2026 y seguramente no pasará.
Alguna vez pusieron la regla en la que los jóvenes con 20 años 11 meses cumplidos debían sumar un número de minutos jugando, dio algunos frutos y la quitaron porque no convenía a los intereses “deportivos” (nótese las comillas) de los clubes.
En el 2004, tras un enfrentamiento de la barra del club América con el equipo brasileño Sao Caetano en el Estadio Azteca dentro del torneo Copa Libertadores en el que incluso hubo invasión de campo por parte de los seudo aficionados del club azulcrema y no pasó nada, el estadio fue vetado por tres partidos para disputar partidos de CONMEBOL pero se le dejó jugar al equipo los partidos de liga.
La FEMEXFUT y la Liga Mx han tratado de eliminar el grito homofóbico y no han podido; alguna ocasión, hace más de 10 años, los dueños del balón plantearon la eliminación de las barras y nunca se hizo nada. Siguen existiendo a pesar de lo que pasó en el Estadio Corregidora.
Yo sólo espero que los estadios, en todo el país, sean lugares de esparcimiento sano para las familias, que existan garantías de seguridad, que se entienda la pasión que genera el futbol como una catarsis y diversión para el aficionado sin tener que llegar a los golpes, que de verdad las acciones que tome o hayan tomado la liga o la Federación de futbol, sean efectivas, hasta ahora no existen buenas referencias, el llamado o la lección aprendida es que por favor garanticen un verdadero espectáculo, de entretenimiento, hagan del futbol una experiencia satisfactoria, que valga la pena lo que se paga por un boleto.