Enrique Álvarez
Con el nuevo escándalo de los jugadores de Chivas, donde queda asentado que las indisciplinas son recurrentes porque sus ingresos les permite sentirse por encima de una institución, vuelve a la mesa la interrogante de ¿Cuánto debe de ganar un deportista?
Sabemos que la élite de los deportistas ganan fortunas y que los ingresos no se reparten equitativamente. Pero es importante mencionar que esas fortunas que ganan los futbolistas, tenistas, pilotos de F1, boxeadores, beisbolistas, basquetbolistas o golfistas están respaldadas en ingresos por transmisiones de TV, patrocinios, venta de publicidad y entradas a los eventos.
Entendiendo que dichos deportistas son generadores de las fortunas que ganan y que no podemos limitar sus ingresos, ¿no sería adecuado apelar a la naturaleza social del deporte y determinar en el contrato del deportista destinar parte de sus ingresos a la propia formación académica y a labores de responsabilidad social?
¿No sería adecuado también destinar una parte de esos ingresos para la formación de nuevo talento que ayude a formar deportistas mejor preparados fuera del ámbito deportivo, generando mejores personas y una mejor sociedad?
Ya se que es muy cuestionable el quien y como se administraría ese dinero que es del deportista y que se dedicaría a acciones fuera del dominio del atleta. Creo que lo primero es pensar en como hacemos que talentos tan grandes tengan una mejor preparación física, académica, mental y que sean un factor de cambio positivo en la sociedad.
¿Tu que piensas? Escríbeme, te leo.