Jorge Roberto Javier Tortajada
El término en inglés, relativamente nuevo, hace alusión a tener “ciudades inteligentes” a través de las tecnologías de la información. Todos los eventos urbanos se van registrando un sistema cada vez más eficiente para nuestras ciudades. De acuerdo con algunas consultoras, el éxito de las Smart Cities dependen de un diseño centrado en el ciudadano, un despliegue óptimo de la tecnología, transparencia y eficiencia, y el involucramiento de sus habitantes. Algunos han colocado a Querétaro dentro del selecto grupo de ciudades que cumplen con estas características. Sin embargo, hay opiniones de expertos que apuntan a que nuestra ciudad no cuenta con el andamiaje institucional ni con la infraestructura integrada necesarios.
Entendamos que las Smart Cities implican un proceso complejo que suma distintos factores de gobernanza, equidad social y capacidad tecnológica. Además de colocar sensores e interpretar sus mediciones, son todo un proyecto de vida cívica que, con iniciativas como las FabCities, involucran a sumarse a administrar desde la construcción de edificios hasta la gestión de sus residuos a través de participaciones ciudadanas. Desde la óptica general hasta una implementación específica al medio urbano, la clave para su implementación está el tener como objetivos claros la reducción de costos, externalidades y uso de recursos indispensables como la energía y el agua. Sigamos con este impulso, pero que ayude a solucionar los retos inmediatos y al desarrollo sistemático de la ciudad.
MT