Estrella Rojas Loreto
El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo público el número telefónico de Natalie Kitroeff, corresponsal en México del New York Times, en su denominada ‘mañanera’. Ello, luego de que la periodista escribiera un reportaje sobre presuntos sobornos que recibió el presidente de la República en su campaña electoral de 2018 del Cártel de Sinaloa y Los Zetas.
Lo anterior ocasionó el pronunciamiento de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE), de la CIDH, por la “grave filtración de datos personales en México”, quien expresó su preocupación por la tolerancia institucional hacia la divulgación de datos personales de periodistas en México.
El organismo recordó que el Servicio Informativo del Estado mexicano publicó un video con la fotografía de la periodista, acusándole de publicar notas “sin pruebas y con ausencia de rigor periodístico”.
“La CIDH señaló que la difusión de estos datos personales tiene el potencial de ‘acentuar o exacerbar situaciones de hostilidad, intolerancia o animadversión’ por sectores de la población hacia periodistas o medios de comunicación.
“En especial en un país que registra altos índices de violencia contra la prensa”, por lo que este tipo de información “puede interpretarse razonablemente como amenaza, estigmatización y abuso de poder”.
Los tres casos que he planteado son graves, hay violaciones a los derechos humanos y el único delito del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, así como de la CIDH; del senador Álvarez Icaza y del Centro Prodh; para tener en su contra al presidente, es haber hecho pública su postura de defensa a esos derechos, pues sus observaciones y posturas no son de ninguna manera intervencionistas y no hay ningún elemento para considerar que se está en contra del gobierno federal.
Todos los asesinatos son lamentables, por el vacío que dejan en las familias; sin embargo, la violencia política va más allá, pues busca influir en la contienda electoral, afectando la estabilidad democrática y la libertad de la ciudadanía. Todavía estamos a tiempo de garantizar la seguridad de quienes participan en esta contienda electoral y de hacer que esta se desarrolle de manera imparcial y legal.
Hago un llamado a las autoridades responsables en materia de seguridad para que garanticen la vida e integridad de todos los que participan en este proceso electoral, para que no haya un solo asesinato más.
Es urgente que el Gobierno mexicano atienda las causas y consecuencias de sus decisiones y que deje de promover la intolerancia; en un país con altos índices de violencia. Urge un Gobierno que nos una, que trabaje para todos, no que nos divida.
MT