Este espacio le invita a conocer Querétaro desde una perspectiva alejada de la rutina, desde un punto de vista urbano y ciudadano que permita valorar lo bueno y, reconocer, lo no tan bueno. Recorrer la ciudad con ganas de vivirla, descubrirla y sentirla como nuestra casa.
He sido testigo de la evolución de la ciudad, su crecimiento y los intentos débiles por ordenar el caótico crecimiento, así como la fallida integración de los tan anhelados comités metropolitanos.
La planeación urbana incide en lo público, sobre todo en nuestra calidad de vida y la de los turistas. Alguna vez escuché a un locutor de radio decir: “Querétaro es una ciudad muy bonita. He ido muchas veces desde hace varios años pero, ¿cuándo la van a acabar de construir? Siempre está en obra ¡Ya termínenla!”.
Fue en 2009 cuando el locutor se quejó de Querétaro, al mismo tiempo que dos obras faraónicas, que solo buscan perpetuar o trascender, más que resolver, agobiaban a nuestra ciudad.
Querétaro siempre está en obra. No se acabará de construir si se continúa intentando que la ciudad evolucione con la ciudadanía.
Recorrí Paseo Querétaro, anunciada con bombo y platillo como la primera “calle completa”, una idea utópica de vialidad. Anteriormente, se le conocía como Camino a Mompaní.
Los aparatos de gimnasio al aire libre están lejos de un cruce peatonal seguro, aislados en un camellón estrecho y distanciados entre sí. No invitan a la actividad física. Se tiene la sensación de inseguridad estando ahí, junto a los automóviles que circulan con exceso de velocidad.
Las rampas tienen diferentes criterios de diseño. Hay algunas pendientes incómodas en las esquinas. El pavimento de concreto hidráulico, como apuesta a largo plazo, representa un ahorro para la administración pública por su alta durabilidad y bajo mantenimiento.
Los semáforos son iguales a los que se están incluyendo en los carriles del nuevo Qrobús. Llaman mi atención las bancas aisladas sin sombra, en medio del estrecho camellón, y la falta de parabuses en las bahías de transporte público.
Paseo Querétaro es un buen inicio para acercarnos a una vialidad incluyente. Ojalá se realicen más proyectos con esos criterios y los ciudadanicen para evitar algún rechazo social.