El 1 de septiembre, se cumplió con cabalidad lo que menciona la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en razón de la presentación por escrito del informe del estado que guarda la nación al inicio del primer período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, una práctica que parece algo insignificante para la mayoría de los mexicanos, sobre todo porque hemos pasado de lo que se denominó “el día del presidente” a la indiferencia total sobre las instituciones y sobre el Gobierno.
Con una tradición iniciada por Venustiano Carranza para presentar el informe de Gobierno el 1 de septiembre, se ha entregado el documento correspondiente, aunque no siempre el día señalado, ya que en la época de Carlos Salinas de Gortari se cambió la fecha al 1 de noviembre, cuando comenzaba el período ordinario de sesiones del Congreso, situación que regreso a su normalidad con el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
El último presidente que acudió al Palacio Legislativo de San Lázaro a realizar la entrega de su Informe de Gobierno fue Felipe Calderón, quien en su primer informe acudió solo a entregarlo porque no se le permitió hacer uso de la máxima tribuna de la nación. A esto debemos recordar que a Vicente Fox en su último Informe de Gobierno, solo se le permitió entrar hasta la puerta del recinto legislativo de San Lázaro, ya que la tribuna del Congreso se encontraba tomada por el conflicto poselectoral.
Recordaba que ‘el día del presidente’, realmente era un día inhábil. Ese día normalmente no había escuelas, no había trabajos o si había trabajos se ‘obligaba’ a que por medio de altavoces se escuchara el discurso del presidente de la República, que en algunos casos fueron maratónicos como sucedió con López Portillo o Miguel de la Madrid, cuando algunas de sus intervenciones ante el Congreso duraron más de tres horas.
México ha cambiado, hemos visto cómo el titular de la Secretaria de Gobernación entregó a nombre del titular del ejecutivo un paquete conteniendo el informe del presidente de la República, en el marco de un Congreso dominado por un partido diferente al triunfador hace seis años; vimos también como en días siguientes el propio presidente de la República realizó en Palacio Nacional una ceremonia para difundir un mensaje con motivo de este último Informe de Gobierno, una ceremonia que probablemente sea la última debido al cambio de Gobierno que se realizará en diciembre.
En el recuerdo quedara el ‘día del presidente’, con toda la infraestructura y el festejo que aun hoy se recuerda y que afortunadamente concluyeron hace unos años para que México busque realmente el sentido de su vida política.