Aunque existen discrepancias en las cifras, alrededor de la Tierra existen unos 5 mil satélites artificiales, de los cuales más de 2 mil se encuentran plenamente operativos
Alejandro Gutiérrez
Los restantes representan escombros o basura espacial, algunos caen a la Tierra, otros son recogidos por grandes aeronaves como el Challenger y otros se mantienen a la deriva indefinidamente. Desde octubre de 1957, en que el Sputnik 1 fue lanzado desde la ex Unión Soviética, se han lanzado 9 mil, pertenecientes a 40 países.
Existen satélites con propósitos científicos, de comunicaciones, de observación de fenómenos y superficie terrestre, ambientales, los hay que sirven de telescopios y los hay para espiar.
Se espían las comunicaciones abiertas y encubiertas de los países, se espían los astilleros, los puertos, las instalaciones militares, los cultivos lícitos e ilícitos, los movimientos de tropas, de vehículos militares, de buques de guerra, los aeropuertos… todo lo que se pueda.
Los satélites mejoran día con día sus capacidades tecnológicas y cuentan en la actualidad con cámaras de lentes de alta resolución que permiten observar a nivel de individuos con una claridad aceptable. De acuerdo con diversas fuentes, Rusia sería el país que cuenta con el mayor número de satélites, seguido por los Estados Unidos, aunque el Foro Económico Mundial pone, y con mucho, a los norteamericanos en primer lugar.
En días pasados, el satélite ruso Kosmos 2542, ya en órbita y en el espacio, lanzó a otro satélite, el 2543, o se dividió en dos, y ambos se han dado a la tarea de espiar al satélite espía norteamericano modelo USA 245, lo que ha sido denunciado. Los norteamericanos han abierto apenas el año pasado una nueva división en sus fuerzas armadas, denominada Fuerza Especial, que tiene como propósito “velar por la primacía y seguridad en el espacio” de los Estados Unidos.
Lo anterior representa un nuevo foco de tensión internacional, toda vez que ha sido considerado como una “agresión militar” en el espacio y se acusa a Rusia de convertir el espacio en un campo de guerra.
La verdad es que desde enero de 2007, cuando China destruyó un satélite meteorológico propio con un misil balístico, ya lo es y los reclamos norteamericanos van en el sentido de permitir el libre espionaje que realizan a otros países y con toda probabilidad a otros satélites también.
En los registros Argentina tiene 18 satélites; México, cuatro. Ninguno es espía.