Seth Pérez
El Doctor Carlos Dora de la Sociedad Internacional para la Salud Urbana ha mencionado que el diseño de las ciudades debe orientarse a una vida más saludable y preparadas para el cambio climático. Con algunas reflexiones se pregunta cómo puede una ciudad ayudar para beneficiar la salud si hoy la mayoría de las ciudades están pensadas para que los hombres sanos se desplacen en coche y no para caminar. ¿Por qué puede generar esta política pública más contaminación y menos salud?
El especialista señala que, si una ciudad promueve que los desplazamientos sean en su mayoría caminando, diseñados para diferentes capacidades físicas, con espacios para el descanso y la socialización, estas ciudades disminuirán el uso del auto y aumentarán el movimiento que favorece una mejor condición física. Algunas ciudades están regresando a diseños pensados en un menor uso del auto dejando este para movimientos indispensables. ¿Será posible?
En Pontevedra el recién reelecto alcalde que promovió una ciudad pensada para el peatón, demuestra que es posible y su reelección confirma que los habitantes desde 1999 le han dado un voto de confianza. Esta ciudad gallega es un ejemplo mundial para demostrar cómo en una ciudad orientada al peatón se puede convivir y dar beneficios a todos los habitantes. ¿Usted qué opina?