Alejandro Gutiérrez Balboa
Exilio, cárcel o muerte. Es la suerte de todo disidente en los regímenes dictatoriales. Hoy le tocó a Alexei Anatolievich Navalny.
El personaje que encarnaba la oposición al régimen despótico y dictatorial del nuevo zar ruso, Vladimir Putin, estaba cumpliendo una condena de 19 años, bajo un régimen de aislamiento, por denunciar y oponerse a la enorme corrupción, a la represión y autoritarismo del régimen ruso. Ya había sido encarcelado y envenenado, pero logró sobrevivir, tan sólo para volver a prisión.
Su viuda, sin dudar un instante, ha señalado a Putin de asesinar a su esposo. Si anteriormente falló, hoy, a 724 días de haber invadido Ucrania, logró su propósito, sin testigos, bajo las sombras, a traición. Su cuerpo no había sido entregado y lo estaban haciendo perdedizo; difícilmente se le podrá examinar.
La Primera Ministra de Estonia, un país báltico anteriormente sojuzgado por la ex URSS, ha declarado que con la muerte de Navalny, el manual de Putin no ha cambiado, siendo ésa la forma en que opera, su manual. El dictador ruso repite los crímenes del régimen comunista, con sus famosas “purgas”, eliminando a sus opositores.
En Rusia, más de 400 personas, incluidos menores, han sido detenidas por rendir homenaje a Navalny en público, muchas de ellas tan sólo por dejar una flor en algún lugar dedicado al héroe asesinado. Hasta un sacerdote fue arrestado.
La Unión Europea ha declarado estar abierta a sancionar a los responsables de la muerte del disidente ruso. Tienen ahora una enorme oportunidad frente a su gran enemigo, al que vive y se desvela por desintegrar la alianza europea, al precio que sea. La razón, el derecho y la justicia está del lado de los europeos.
La inteligencia rusa tiene unos brazos muy largos alrededor del mundo. En España, sus agentes han asesinado a tiros la semana pasada, en el garaje de su propia casa, al piloto de la Fuerza Aérea rusa que desertó al no estar de acuerdo con la invasión a Ucrania.
Y en México, los agentes de Putin aumentan con un excesivo incremento del personal en la embajada de Tacubaya, con cobertura diplomática. Otra de sus agentes puede entrevistar y publicar la entrevista con el presidente mexicano. Muy lamentables manejos políticos y diplomáticos con una dictadura feroz y sanguinaria.