Hay tanto que no sabemos sobre la denuncia de un informante relacionada con el presidente Donald Trump, pero estas son cuatro cosas que sí tenemos claras
Nicholas Kristof
Primero, al parecer a un experimentado funcionario de inteligencia le inquietaron tanto las interacciones de Trump con el presidente de Ucrania que sintió la necesidad de presentar una queja.
Segundo, al inspector general de la Comunidad de Inteligencia, Michael Atkinson, quien fue designado por Trump y tiene una larga experiencia en temas de seguridad nacional, la preocupación del informante le pareció legítima y apremiante.
Tercero, la denuncia del informante llegó después de que Trump y sus asociados presionaron al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que iniciara una investigación de corrupción que involucra a Joe Biden y su hijo, Hunter. El resumen ucraniano de una llamada telefónica hecha el 25 de julio entre Trump y Zelenski incluía este críptico enunciado: “Donald Trump está convencido de que el nuevo Gobierno ucraniano rápidamente podrá mejorar la imagen de Ucrania, concluir la investigación de los casos de corrupción, que inhibieron la interacción entre Ucrania y Estados Unidos”. The Wall Street Journal informa que, en dicha comunicación, Trump pidió a Zelenski unas ocho veces que trabajara con el abogado de Trump, Rudy Guliani, para investigar a los Biden.
¡Ocho veces! Sin embargo, ¡persistió!
Cuarto, Trump retuvo 250 millones de dólares en asistencia militar que Ucrania necesitaba con urgencia para defenderse de las agresiones rusas, aunque el país eslavo no estuvo al tanto sino hasta agosto. El presidente liberó el dinero después de la denuncia del informante y de que miembros del Congreso intercedieron.
Aunque la situación es turbia, hay algo claro: esto apesta. La postura de Trump es que su llamada con Zelenski tuvo “un tono adecuado y correcto” y que “no importa lo que se discutió”.