Roberto Mendoza
La corrupción existe porque los recursos que se utilizan en cualquier esquema administrativo son limitados. La actual administración llegó al gobierno con personas con nula experiencia en los procesos nacionales, quizá sí, con buenas intenciones, pero sin imaginar, ni conocer el tamaño de los esquemas de corrupción con los que se iban a enfrentar. Estaban convencidos de tener la fuerza, inteligencia e integridad a su favor, se toparon con un Goliat que no cayó a la primera piedra y que tenía la experiencia de haber derrotado a gobiernos anteriores, además de contar con recursos casi ilimitados.
Un ejemplo es el de la compra de medicinas, lo platica Raquel Buenrostro, actual secretaria de Economía y quien fuera jefa del servicio de administración tributaria el SAT, en un diplomado del Instituto Nacional de Formación Política (INFP) del partido Morena llamado “Profundización del combate a la corrupción”. Cuenta cómo fue su lucha contra tres empresas gigantes de la industria farmacéutica, su colusión con empleados dentro de su administración y del gremio médico, cómo batalló para tratar de eliminar la deshonestidad y al mismo tiempo, buscar obtener los medicamentos que tanto hacen falta en el país.
Durante su platica, que usted puede ver en el canal del INFP en Youtube, acepta que no hicieron una planeación para poder combatir eficientemente a estas empresas, ella y su equipo detectaron que había anomalías en las compras y las enfrentaron como las iban descubriendo, sin conocer los procesos y ajustándose a los embates: “Se combate (La corrupción) todos los días ¿Qué hacemos si esto nos estorba? Pues siempre hay que darle la vuelta y no sabemos nunca que va a pasar hasta que tenemos el problema enfrente” asegura Buenrostro, dando claro ejemplo de que no entendían nada y sólo buscaron soluciones que aún hoy son ineficientes, luego de 5 años aún no pueden resolver los inconvenientes y han gastado más, sin obtener un triunfo ni total, ni parcial. Quizá hubiera sido mejor entender el sistema, saber quiénes estaban involucrados, a dónde se iba al dinero, empezar a meter gente en el mecanismo y dar un golpe cuando ya estuvieran seguros de entender todos los procesos. Crear e implementar una estrategia, estructurar un plan; preguntarse qué era más eficiente, si destruir o negociar. Lo que hicieron fue dar pequeños golpes que no mataron a ninguno de los tres monstruos y que derivaron en una ocurrencia llamada “Megafarmacia” que no resuelve la preocupación de muchos.
Luego de cinco años, sí aprendieron algo. Hacer un esquema de negocio parecido, pero de ellos, con la misma corrupción, pero con menos eficiencia, porque hay cosas que sólo las da la experiencia; así lo reportó Latinus hace unos meses: Jorge Amílcar Olán Aparicio, amigo de Andrés López Beltrán, hijo del presidente, fundó en 2020 la empresa Romedic y en 2023 obtuvo un contrato por 304 millones de pesos para abastecer al gobierno de Quintana Roo con medicamentos y material de curación, estado que gobierna la morenista Mara Lezama
Un año importantísimo para este gobierno, fue 2020, mientras estaba la pandemia esta administración logro entender, descifrar, asimilar y dominar algunos alcances del poder, fue el año que se eliminaron los fideicomisos, mientras muchos mexicanos morían, el gobierno tuvo tiempo para crecer, por eso la pandemia les cayó como “anillo al dedo”. Y hoy, creen que tienen todo resulto, no es verdad, México no es fácil, el pueblo no es tonto, sí somos mucha pieza, aguantamos, pero también castigamos. Hasta crear nuevas corrupciones requiere de inteligencia y este gobierno es simplista y necio, eso es lo que quieren continuar, el gobierno de la estulticia y la estupidez, para eso requieren que usted y yo sigamos siendo mansos, limitados y ciegos…